Al igual que el estilo de liderazgo viene definido por el temperamento con el que nacemos, también impactan otros componentes como con la educación, el entorno, la cultura, la raza, incluso la religión, y por supuesto, el estilo de liderazgo también se ve afectado por el género con el que se identifica la persona. Hay montones de factores, el género es solo uno de ellos. Hay que tener en cuenta que hablamos de generalidades, de mayorías, siempre encontraremos mujeres que no se identifiquen con el estilo femenino y hombres que sí.
Según cuenta en esta entrevista y en parte de su obra Sally Helgesen, la mayor experta del mundo en liderazgo femenino según Forbes, sí que existe el liderazgo femenino y tiene unas características específicas como el esfuerzo para favorecer las buenas relaciones entre las personas, la adaptación a las estructuras y las redes de la organización, y la capacidad de integración en equipos con cualquier tipo de diversidad.
La condición femenina también cuenta con algunas dificultades, como la falta de confianza en lo que pueden aportar como líderes y la vergüenza de alardear de sus logros, esperando que sean los demás quienes los perciban, lo que lleva a perfeccionar su trabajo (en vez de desarrollar su carrera profesional) y, como es imposible hacer un trabajo perfecto, terminan desarrollando el extendido síndrome del impostor.
Si logran ganar en confianza en sí mismas, aprender a alardear de sus logros, desarrollar su carrera profesional, y si continúan favoreciendo las buenas relaciones, la adaptación a las estructuras y la capacidad de integrarse en equipos diversos, entonces podemos contar con mujeres seguras de sí mismas dispuestas a dirigir.
El mundo empresarial necesita más talento femenino que demuestre esa confianza para formar parte de los equipos directivos. Cuanta más diversidad, mayor capacidad innovadora y creativa, mayor número de visiones, formas de abordar los problemas y encontrar soluciones, mayor posibilidad de generar riqueza y abundancia.
Foto de Fernando Meloni en Unsplash